He estado viendo el film de Sarah Palin y demuestra la ineptitud de una política que con una buena dosis de arte escénico convence a un sector del electorado que está aún menos preparado que ella.
Lo cual nos lleva a preguntarnos; ¿como es posible exigir a un político aquello que desconocen sus votantes?
El político sube al estrado, una sonrisa abierta pero firme, una mirada al infinito, un montón de frases estudiadas y sólo una idea convencer al rebaño.
¿Hasta cuando?
Esto mismo lo podemos aplicar a cualquier político y en cualquier país.
«Cada vez hay más personas íntegras que ni siquiera votan»
Una frase lapidaria del film… «En cuarenta y ocho horas nadie sabrá quién es»