Siempre he tenido especial predilección por los héroes o personajes de la historia que perdieron su vida por una causa determinada, el primero de ellos, del que tuve conocimiento por mi afición y relación con la historia, fue Viriato, el vivir o haber nacido en las tierras donde los hechos se relatan y en la ciudad donde muy probablemente vio la luz, me hizo rodearlo de un halo de gloria y heroísmo que aunque parezca extraño soñaba con el, con un pastor que se enfrento a las legiones romanas infligiéndole graves derrotas, fue traicionado por los suyos y su cabeza entregada como trofeo a las legiones romanas.
Mi gusto por la historia, fue, es y sera algo maravilloso, la recreación de los personajes en mi mente me ha llevado siempre a idealizarlos y siendo mas joven llegado el punto de morir como ellos, no obstante cualquier tiempo pasado fue mejor, hoy he perdido la facultad de soñar, no me voy a la cama pensando y preguntando…¿Con que soñare esta noche?…. o cerrar los ojos e invitarme a continuar con el sueño que dejé el día anterior; he perdido ese tipo de facultad.
Siendo un adolescente descubrí a Yukio Mishima, lo idealize de tal manera que fue para mi un ejemplo de vida, reconocido como uno de los mas grandes de la literatura japonesa, convirtió su cuerpo en lo que se podia decir la imagen perfecta, era bello, bien constituido y experto en casi todas las artes marciales, muy, muy inteligente, lo tenia todo a su alcance pero no lo suficiente para racionalizar esa busqueda que te lleva a quitarte la vida.
Tenia 45 años cuando puso fin a su tragedia, el honor, la perfección y la belleza lo llevaron al suicidio, por favor no me habléis de cultura, de tradiciones, de códigos de honor, era Yukio Mishima, durante años guardé los recortes de prensa de la época, año 1970, me pregunté muchas veces…¿por que?…nunca hallé la respuesta.
¡A la mierda los códigos de honor!
Corría el 25 de noviembre de 1970, Yukio y cuatro compañeros todos pertenecientes a la Tatenokai, visitaron como pretexto el cuartel general de las fuerzas armadas de Japón, previamente habían pedido entrevistarse con el comandante de las mismas, llegaron hasta el lo cogieron como rehén y lo ataron a una silla, habían dictado un decálogo de peticiones, un manifiesto y con el se dirigierón a las fuerzas armadas que en ese momento llenaban el gran patio central, Yukio leyó el manifiesto arengando a los soldados a un golpe de estado para devolver al emperador su legitimo poder, no olvidemos que por aquel entonces Japón estaba controlado por las fuerzas americanas, al escuchar sus peticiones todos se mofaron y rieron de el, se sintió tan profundamente herido en su orgullo que inmediatamente sin acabar su discurso, volvio a la oficina donde tenían secuestrado al comandante y se hizo el seppuku, aquello fue una charracina, fueron incapaces de realizarlo correctamente y fue una masacre.
(Siendo joven Yukio Mishima, lo llamaron a filas a prestar el servicio militar durante la segunda guerra mundial y mintió alegando que tenia tuberculosis, aquella mentira y su código de honor le destrozaron la vida).
Yukio Mishima sabia perfectamente que aquello sucedería, lo había planeado con mucho tiempo de antelación, su amigo John Nathan perteneciente al grupo del Tatenokai dijo después, que todo aquello había sido una excusa para quitarse la vida, había sido el sueño de Mishima desde la infancia, es así como murió el mas grande, el ultimo de los samurais.
Yukio Mishima
Yukio
Mishima el samurai
La cabeza decapitada de Yukio Mishima
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